English:
Tangier and its beautiful medina.
Hello everybody and welcome back to my blog!
How are you today?
After my posts about Chefchaouen and Tetouan, I would like to write some notes on Tangier, another of the Moroccan cities I visited with my mother last April.
Because of a traffic accident we found on one of the main roads, we couldn't spend a lot of time in Tangier, but the few hours we spent there were worth it. There we stayed at a hotel called Dar Jameel, right in the centre of the old medina. Getting there is slightly complicated because streets are very narrow (as it happens in medinas), but Dar Jameel is worth the walk it takes to get there. And that's precisely what you realise when the gates leading to the hall open - right then, you are welcomed by tiles of all colors and shapes ornamenting the walls, ceilings and floors of the hotel. The windows leading to the rooms are all made of glass in different shapes and colours which dye the room every time the lights are switched on. Moreover, the view from the rooftop terrace is also stunning, as it happened in Chefchaouen. From there, you can see the whole medina, with the mosks defining the skyline and the colorful houses giving said stunning medina all the life it needs; and the sea.
Needless to say, the medina of Tangier is also very beautiful - colors, lights, ornaments and tiles make this part of the city become alive, both during the day and at night. However, you need to feel it in your own skin in order for you to know what it really is like. No pictures can show and/or describe the beauty of Tangier's medina, you need to be there, look around and get stunned by the view.
It was in Tangier where we could really devour some Harira soup, whose recipe you can find here. It's one of my favourite Moroccan dishes and I cook it at home every now and again. It's healthy, balanced and super tasty. Of course, you will find plenty of restaurants around the medina of Tangier where you can try this delicious dish.
After a day in Tangier, it was sadly time to go back home. Everything we saw, did and felt in Morocco came back home with us and we cannot wait for the moment in which we'll get the chance to go back to this amazing country.
Have a wonderful day wherever you are!
Spanish/ Castellano:
Have a wonderful day wherever you are!
Spanish/ Castellano:
Tánger y su preciosa medina.
¡Hola a todos y todas y bienvenidos/as de nuevo a mi blog!
¿Qué tal estáis?
¿Qué tal estáis?
Después de mis posts sobre Chefchaouen y Tetuán, me gustaría escribir algunos apuntes sobre Tánger, otra de las ciudades marroquíes que visité con mi madre el pasado mes de abril.
A causa de un accidente de tráfico que nos encontramos en una de las carreteras principales, no tuvimos todo el tiempo que necesitábamos para estar en Tánger, pero las pocas horas que pasamos allí valieron la pena. Allí nos hospedamos en el hotel Dar Jameel, situado justo en el centro de la medina de Tánger. Llegar allí fue un poco complicado porque las calles son muy estrechas (como suele pasar en las medinas), pero Dar Jameel hace que el camino para llegar allí valga la pena. Y eso es exactamente de lo que una se da cuenta cuando las puertas que dan al hall se abren: justo entonces, azulejos de todos los colores y formas que decoran las paredes, techos y suelos del hotel te dan la bienvenida. Las ventanas que dan a las habitaciones están hechas de cristales de colores que tiñen las paredes de la habitación cada vez que se encienden las luces. Además, las vistas desde la terraza de la azotea son preciosas, así como ya ocurrió en Chefchaouen. Desde allí se puede ver toda la medina, con las mezquitas definiendo el horizonte y el color de las casas dándole a dicha medina toda la vida que necesita; y el mar.
Ni que decir tiene que la medina de Tánger es también muy hermosa: colores, luces, elementos decorativos y azulejos hacen que esta parte de la ciudad cobre vida, tanto de día como de noche. Sin embargo, eso es algo que tenéis que sentir en vuestra propia piel para saber lo que realmente se siente. No hay foto alguna que pueda describir y/o mostrar la belleza de la medina de Tánger... Tenéis que estar allí, mirar a vuestro alrededor y dejaros sorprender.
Fue en Tánger donde pudimos devorar un buen plato de sopa Harira, cuya receta podéis encontrar aquí. Este es uno de mis platos marroquíes preferidos y suelo cocinarla en casa de vez en cuando. Es sana, equilibrada y deliciosa. Por supuesto, podréis encontrar muchos restaurantes en la medina de Tánger donde podréis probar esta deliciosa sopa.
A causa de un accidente de tráfico que nos encontramos en una de las carreteras principales, no tuvimos todo el tiempo que necesitábamos para estar en Tánger, pero las pocas horas que pasamos allí valieron la pena. Allí nos hospedamos en el hotel Dar Jameel, situado justo en el centro de la medina de Tánger. Llegar allí fue un poco complicado porque las calles son muy estrechas (como suele pasar en las medinas), pero Dar Jameel hace que el camino para llegar allí valga la pena. Y eso es exactamente de lo que una se da cuenta cuando las puertas que dan al hall se abren: justo entonces, azulejos de todos los colores y formas que decoran las paredes, techos y suelos del hotel te dan la bienvenida. Las ventanas que dan a las habitaciones están hechas de cristales de colores que tiñen las paredes de la habitación cada vez que se encienden las luces. Además, las vistas desde la terraza de la azotea son preciosas, así como ya ocurrió en Chefchaouen. Desde allí se puede ver toda la medina, con las mezquitas definiendo el horizonte y el color de las casas dándole a dicha medina toda la vida que necesita; y el mar.
Ni que decir tiene que la medina de Tánger es también muy hermosa: colores, luces, elementos decorativos y azulejos hacen que esta parte de la ciudad cobre vida, tanto de día como de noche. Sin embargo, eso es algo que tenéis que sentir en vuestra propia piel para saber lo que realmente se siente. No hay foto alguna que pueda describir y/o mostrar la belleza de la medina de Tánger... Tenéis que estar allí, mirar a vuestro alrededor y dejaros sorprender.
Fue en Tánger donde pudimos devorar un buen plato de sopa Harira, cuya receta podéis encontrar aquí. Este es uno de mis platos marroquíes preferidos y suelo cocinarla en casa de vez en cuando. Es sana, equilibrada y deliciosa. Por supuesto, podréis encontrar muchos restaurantes en la medina de Tánger donde podréis probar esta deliciosa sopa.
Después de un día en Tánger, ya era, desgraciadamente, la hora de volver a casa. Todo lo que vimos, hicimos y sentimos en Marruecos se volvió a casa con nosotras y ya estamos esperando impacientemente la próxima oportunidad para volver a este maravilloso país.
¡Qué paséis un magnífico día estéis donde estéis!
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